Autobiografía Jenner Ocoró Rentería
Mi nombre es JENNER OCORO RENTERIA “PIGMALION” llamado así por mis mejores amigos de bachillerato Edgar Hinestroza, Yesid Balanta y Johnny Mera con quienes conservamos nuestros vínculos de amistad hasta la fecha.
En este momento me desempeño como gestor cultural en el municipio de puerto tejada, Cauca liderando la agrupación dejando huellas de violines caucanos con la cual he participado en numerosos festivales tales como festival de tambores en Palenque san Basilio, festival de músicas colombianas en yumbo valle del Cauca, festival de música campesina Gonzalo Vergara de Caloto, Cauca. Ganador del festival Internacional de música del pacifico Petronio Álvarez en el año 2015, Estudiante de pregrado de licenciatura en educación artística y cultural de la fundación universitaria de Popayán, Admirador de los ideales de Nelson Mandela, me encanta leer y escribir poesía, el cine y escuchar música de muchos países, me gusta el atletismo sobre todo las careras de fondo 21kmtrs ,el trabajo comunitario es mi gran pasión aportando a la construcción permanente de tejido social ,en el año 2018 se me presento la posibilidad de musicalizar una película denominada las siete paradas cuya temática es la esgrima de machete y bordón arte marcial del Norte del cauca ,junto a dos grandes directores el Sr Walter Rojas y Carlos Moreno Agradecido de la vida permanentemente por dar me la posibilidad de vivir para ayudar a otros con menos posibilidades.
Mi padre: Álvaro Ocoró campesino de la región del norte del Cauca –Puerto Tejada y posteriormente cortero de caña en los ingenios azucareros de la región, que fueron desplazando al campesinado propietario de las tierras por el monocultivo de la caña de azúcar. Gran conocedor de música. Acostumbraba escuchar tangos, boleros y música antillana (como le decían a la salsa que llegaba en los LP por buenaventura y los traídos de Venezuela por colombianos que habían inmigrado al vecino país.
Sostenía gran amistad con el hoy legendario maestro Héctor Elías Sandoval, de quien recibí mi primer instrumento musical (un cununo fabricado por el mismo maestro). Mi padre también era conocedor de la esgrima de machete y bordón la cual aprendió de mi abuelo Gregorio Viveros quien llevaba el apellido materno, pues mi Abuela Tomasa Ocoró lo bautizo. Ella era una mujer campesina de la vereda los Bancos municipio de Puerto Tejada de donde soy nativo.
Mi Madre: María Isaura Rentería modista de profesión, ella me regala mis primeros libros de poesía del Maestro Julio Flórez y la rebelión de las ratas de Fernando Soto Aparicio de ahí la inclinación a la lectura y escritura.
Jenner Ocoró Rentería comencé en la música a la edad de 17 años por influencia de un amigo de bachillerato llamado Felipe Guasa hijo de un guitarrista amigo de mi padre. Felipe me comentó que necesitaban vientos para la banda de músicos, porque los que habían ya eran adultos mayores y requerían para integrar la banda con nuevas generaciones y así mantenerla viva.
Fui a la escuela de artes y me descubrí que me gustaba la trompeta, el maestro Marcos López dijo “ya tenemos trompetistas, necesitamos es saxofonistas y me dio el un saxo tenor y dijo “si le suena se queda sino a cortar caña”.
Bueno, me sonó el tenor. Él se motivó y me dio el suyo para que lo llevara a mi casa.
Recuerdo mucho una de mis mayores motivaciones para la música desde que era niño y fue haber visto a Piper pimienta Díaz hacer unas escalas con su voz, desde lo más grave a lo más agudo de su registro. Desde ese momento, algo se me movió dentro de mí y me interesé por conocer el pentagrama. Como no tenía para aquel entonces acceso a Internet, le preguntaba a don Mellizo y al maestro Marcos López (quien vio mi interés me paso varios folletos de teoría musical y fui conociendo las figuras de nota), y ellos me respondían mis inquietudes musicales. Luego compré libros básicos hasta que logré entender un poco el pentagrama.
Después de diez meses de estar tocando el saxofón tenor, el maestro Marcos López, motivado por nuestra iniciativa de tocar salsa, formó la “Orquesta Cristal” a la que me invitó a hacer parte, ya que había aprendido a ubicarme rápido en la lectura de los temas que se encontraban sonando para la época del grupo Niche y Guayacán, la músicas de Pacho Galán, las gaitas y los porros del atlántico que eran los orquestados y tocados por la banda municipal), aunque la música nativa de Puerto Tejada/la fuga ,el Bunde y Torbellino aun no las escribía, ya que los músicos nativos las conocían y las tocaban a oído. Pues eran contratados a tocar en las adoraciones al niño Dios en las veredas de puerto tejada y caloto. Es importante resaltar que ese es el motivo principal por el cual mucha música autóctona de nuestro municipio no tiene partituras…
Por el vínculo que tengo con la música, mis raíces de africanía y mi ombligo enterrado en el norte del Cauca, es importante para mí resaltar la razón de ser de la música Norte Caucana, y destaco que ésta, ha estado ligada a una actividad ritual que representa las adoraciones al niño Dios y María.
Dejo también aquí también una frase reflexiva frente a esta huella ancestral…
“Nuestra música y nuestra cultura ha sido lo único que el proyecto esclavista no le pudo quitar a los negros esclavizados traídos de áfrica”.